Wednesday, November 22, 2006

EN ESE LUGAR

Esta poesía está dedicada al joven Miguel
Gómez, natural de Barcelona. Miguel se co-
munica con el mundo a través de su blog
POESÍA CASTELLANA
http://uninstantedepoesía.blogspot.com
Miguel cree en lo que aquí se escribe, es
un entusiasta a quien se agradece; cuando
se trata de poesía (que de paso encierra
cierta dificultad de comprensión o de otra
manera, debe ser leída con los ojos muy
abiertos), los entusiastas no abundan, los
consecuentes escasean.
I
¡Ay! qué viejo es este cuento.
Cuántas veces contado.
¿La vida?
qué ilusión,
qué huérfana y proscripta;
como si estuviese muerta
qué diabólica en estado solitario.
II
Cuando en ti pienso
edifico una ciudad dentro de mí.
Me salen calles,
alcantarillas,
escusados;
la cama de uno del cual dicen
ha muerto en medio de la habitación,
en la dulce compañía
de ángeles marchosos
echado sobre el pecho como en cuclillas.
III
Paredes y algunas ruinas
de ayer y de hoy,
sobre otras de antes-de-ayer
que ni se sueñan.
En un costado del mundo mesa,
sobre su herida franja de madera taza vacía;
en el mal lijado desierto del presente,
la hornalla encendida
y el casi inaudible silbato
de la caldera encima,
que para nadie repite sus noticias.
IV
De él,
de ella,
¿qué decir?
Cuando llegué ya no estaban.
Alguno dijo que esa noche allí durmieron;
en ese lugar,
en el cual la vida es ilusión,
un relampagueante hervor de lluvia
que tira baldes para dentro de la lluvia.
¡Qué frágil la memoria,
cuán veladas lucen las historias
de las criaturas que a mí me importan;
por ellas abreviaría
ciertos campanarios en el cielo!
Manotazos doy en la niebla,
en busca de alguna certidumbre.
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barrio del cordón-en un sitio entre el sub-suelo y la tierra, en el cual solía ensayar EL AULA, grupo legendario que se extinguió cuando el liceo nocturno fue cerrado por reformas por los años 50, que se esfuman de la memoria y son niebla,
nada + que niebla.

Monday, November 06, 2006

EXTRACTO CON APUNTACIONES

I
Se avanza en un océano,
entre fosforescencias.
La navegación
es como caminar sobre agua
espolvoreada con alquitrán y brea;
navegar es hundirse en los repliegues del oleaje,
darse por muerto
y salir a bocanadas escupiendo sal.
He aquí la mordida en las palabras,
esas faltantes,
que no salen en la fotografía
por haber llegado tarde
o en pleno tránsito en la glotis,
guturales,
son gruñido.
He aquí los imperfectos
desgastes de los pasos,
pasos del tiempo
que transcurre entre los pasos,
cuando se pisa sangre,
albañal sin conducto de salida,
bien cortado césped
junto a la puertita del vecino,
que sentado en un diván granate
aguarda visitantes.
He aquí la tarea
en cuanto a conformar extractos
hurgando en los intersticios de los pasos,
para saber si aún es posible
apuntar en el libro
de lo hecho y lo deshecho,
en su birlí fantástico
lo mínimo y lo máximo,
la mística mesada en igualada letra.
Letra transparente que se guarda
en la ventral bolsa de un hipocampo
a punto de dar cría,
no hay otro postillón en este mundo.
Letra en la punta de una lengua viva
y en el enmudecido tronco
de una lengua que se supone ha muerto.
II
En estos pasadizos
de + en + estrechos,
con herramientas mínimas y toscas
apuntar aún en la cristalina
y rugosa superficie
de un diamante no labrado,
válidas referencias
sobre la vacua transitoriedad de la vida.
Tras un ayuno abrevado
en recolección e inocencia,
pescar en laguna
entre estalagmitas,
con un hamo del alma inaparente
discontinuidades,
ladrillos y hueco en la pared,
entre los cuales para no ser vistos,
se alojan gabarros donde hierve la vida
y asimismo,
gruñen su gorgor
presentidos barruntos
referidos a la muerte.
III
Una punzante libreta de apuntes
fuertemente asida
al axón de los afectos;
inundada de birlí,
sólo birlí en soledad.
En la cabellera un agitado cielo,
en los pies zapatos de un derviche
que baila por él y por quién escribe,
esta ·encriptada· esquela de periodista
para un diario que se apila,
en el cuenta-gotas lumínico del amanecer.
IV
Junto al océano,
anegado por la obscura goma roja de la brea,
los quiquiriquíes de los gallos,
envueltos por la densa copia
de una ´mariamol` allí existente,
picotean el silencio,
desangran
los anaranjados barrotes de la aurora
tras los cuales,
la noche es un dato incomprensible.
><><>
barrio del cordón- en el campo del
cardal, junto a la tapa que guarda
la entrada hacia el escalerín portátil,
desde el cual se está llegando al sub-suelo
primero del liceo nocturno, cerrado por
reformas desde los años 50