Alguien susurró
que la vida es un milagro.
Casi en simultáneo,
la ancha ventanilla del tren pasó;
en su lugar,
más de lo soportable se detuvo,
se detuvo hermético,
enmaderado,
como para regalo
que habrá de entregarse a la distancia
el cubo perfecto,
rojo lacre imperfecto
de un furgón de cola.
De cuando huye el día-pág. 81
que la vida es un milagro.
Casi en simultáneo,
la ancha ventanilla del tren pasó;
en su lugar,
más de lo soportable se detuvo,
se detuvo hermético,
enmaderado,
como para regalo
que habrá de entregarse a la distancia
el cubo perfecto,
rojo lacre imperfecto
de un furgón de cola.
De cuando huye el día-pág. 81