Tuesday, July 11, 2006

PIEDRAS

I
Voy en busca de 1 hoja de papel;
recorro kilómetros
en un azul puntero de reloj;
soy pelele en la punta del puntero,
puntero que da vueltas
con mi morada grana de felpa,
felpa que se aligera en gotas,
algodonosas gotas de sangre
como si fuera un impropio trofeo,

trofeo obtenido en sucia batalla,
inconclusa batalla.
Al dar vueltas bosqueja mi felpa,
bosqueja una circunferencia,
·im-prolija· circunferencia
que gotea como un río aéreo en otro río.
Reloj con cu-cú oculto en mi madera,
en la empañada amarillez del maizal,
del maizal en su vejez oculto.
II
Sin saber por qué ni para qué,
acumulo cajitas
con ostensibles cartelas de advertencia:
he aquí un dedito bien torneado
a labios anónimos algo exangües,
pegándose;
labios de muchacha sub 20
sin + datos,
un vago esbozo casi inadvertido.
III
Sin que pida,
sin que quiera,
a unos escasos centímetros está mi oído
de ese ruido.
Un ruido general.
¡No!
Es piar con picoteo de ruido
en su último paseo,
paseo de cu-cú por...
...por dentro de mi acolchada sangre,
(eso está escrito,
en la contratapa escrito
de la cajita a mi disposición),
por dentro de mi sangre que transcurre,
secretamente transcurre
en una inmensa laguna,
laguna hacia el océano.
¿Debo describir el océano?
¿Es necesario?
IV
Dije que iba en busca de papel.
¡No!
¡Sí!
Es la hoja de celofán que guardo,
¿dónde?
allá arriba,
entre 2 rincones la cajita;
cajita azul-marina,
cuadrilonga y casi plana.
Ya está ahí,
¿en mis manos?
¡No!
Ella no me necesita.
Estoy envuelto,
envuelto en su transparencia;
por su elástica piel de durazno
envuelto,
como si cupiera en su envoltorio
todo el mundo.
V
¿Desde cuándo?
¿Eso importa?
VI
He aquí los huecos,
ladera de cantos,
picacho de montaña
con una alianza de nubes
efímera en la punta,
en la punta del dedo índice algo romo.
Todo frío,
una postal de frío.
VII
Hasta ahora el envoltorio,
(quizá sea apariencia,
cosa de este mundo en otro mundo),
me ha permitido mover el dedo gordo,
accionar entre cremas
y roja nariz de payaso,
payaso muy atareado en julio:
una cabeza con cu-cú oculto
en majestuoso paseo de explanada;
niños y explanada,
transeúntes y el cu-cú que espera,
en todo su largor espera
que acontezca la breve media hora.
Deferente me permitió aun
descorrer el gobelino,
el gobelino que tapa,
tapa la sanguinolencia de los huesos.
VIII
He aquí palabras
en lengua por conocer,
¿desconocida?
escritas en un libro envuelto por mitades
de sarga y celofán;
un libro en el rincón de la vidriera,
profuso en su birlí,
voladizo alpende,
alpende sobre aquella alianza ya descripta.
IX
Soy esto que trato sea verosímil,
límpido y claro,
alguno por la casa,
¿a tientas?
El cielo y sus lunas,
sus lunas de papel maché,
con invisibles cráteres habitan,
sin que yo quiera habitan,
habitan en mi techo alquilado.
Prendidos con tachuelas,
tachuelas herrumbradas desde el taller
y mucho gris,
negro de humo.
X
¿Recuerdas la laguna,
el océano,
el océano bajo forma de enigma,
enigma en el cielo,
aquí y allá rosáceas zarzamoras
picoteadas por el cu-cú
oculto en mi madera,
ofensivas palabras cruzadas
en un cruce con otras
supuestamente inofensivas?
El agua me llega casi al cuello,
he puesto en los 4 bolsillos
y en la mochila piedras.

barrio del cordón-junto a la trastienda de la uni-
versidad-esto es dialecto morse en los tubos aledaños al sub-suelo del liceo nocturno